En Hechizo Calzados, creemos firmemente que "cada paso cuenta". Cada zancada, cada salto, cada tropiezo en la vida nos va construyendo y deja una huella en nuestro camino. En el marco del Día de la Niñez, decidimos embarcarnos en un viaje muy especial, no hacia adelante, sino hacia atrás, a esos primeros pasos que nos definieron.
Invitamos a nuestro equipo, a redescubrir a esos niños que aún viven en cada uno de nosotros. Les pedimos que abrieran el baúl de los recuerdos y compartieran esas historias que los marcaron, desde la travesura más grande hasta el juguete favorito. El resultado fue un tesoro de anécdotas, risas y reflexiones que hoy, con mucho cariño, queremos compartir con ustedes.
Consejos para nuestros “yo” de ocho años
Imaginemos por un momento que podemos viajar en el tiempo y hablar con nuestra versión de 8 años. ¿Qué le diríamos?
Gisella le diría "No cambies nada, sos una maravilla de persona". Con una visión nostálgica de la adultez, otros aconsejarían no apurarse por crecer, ya que "la vida de adulto no es tan linda como me la imaginaba".. Florencia le aconsejaría "se feliz, disfruta la vida y liberate de tus complejos, sos hermosa"... Y un consejo lleno de esperanza sería el de Silvina "que siga soñando y jugando, que la vida es maravillosa".
Travesuras y recuerdos inolvidables
La infancia no estaría completa sin algunas travesuras.
Silvina confesó que su travesura más grande fue robarle los ahorros a su hermano , mientras que Gisella recuerda haber escapado de casa sin permiso. Constanza fue más audaz y se cortó el flequillo un día antes de un casamiento, por lo que "la odiaron". Florencia, nos cuenta que solía culpar a sus hermanas por romper algo hasta que su mamá la descubrió. Y un recuerdo especialmente dulce de Tobías y su hermano es que sacaban bombones de una caja a escondidas y le echaban la culpa al perro.
Pero la infancia también es sinónimo de celebraciones. El recuerdo más divertido de un cumpleaños para Magali fue ver a su tía disfrazada de Mickey Mouse saltando en un pelotero. Tobias recuerda con cariño sus cumpleaños de Halloween, con "lindas comidas" y su tío "molestándolos con cosas de terror". Silvina, por su parte, recuerda con mucho amor su cumpleaños número tres, el cual se lo festejaron "a lo grande".
Juegos y tesoros de la infancia
Los juguetes y juegos son un portal directo a la niñez.
Matías nos cuenta que solía jugar horas en la computadora, mientras que Silvina se emocionó al recordar a su "pachachin y su pañoleta amarilla" que no soltaba nunca. Las Barbies también ocuparon un lugar especial en el corazón de varias del team, Constanza, ya sea para jugar a vestirlas y armarles la casita , o para Florencia que jugaba a vender ropa, un sueño de infancia. La casa de Barbie, en particular, era un tesoro para Magali porque siempre jugaba con su hermana menor. Un peluche del Ratón Pérez fue un compañero de aventuras muy especial para Tobías, que lo llevaba a pasear a todos lados.
Volver a ser chicos, un deseo compartido
La pregunta de qué edad elegirían para volver a ser niños por un día reveló deseos profundos y conmovedores.
Magali elegiría los 10 u 11 años, la edad ideal para volver a hacer pijamadas con su mejor amiga, ver Disney y bailar canciones de películas. Silvina elegiría los 8 años para jugar con su hermano en el patio. Constanza también volvería a los 8 años para jugar con las barbies. Por otro lado, Tobías volvería a los 6 años, para tomar "mates de leche" con su abuelo.
En Hechizo Calzados, el Día de la Niñez nos recuerda la importancia de atesorar esos recuerdos y de no perder nunca la capacidad de asombro y la alegría de ser niños, aunque sea por un rato. Nos enseña que, detrás de cada profesional, hay un niño con sueños y recuerdos que aún lo definen. Y esa es la esencia de nuestra empresa: una comunidad de personas con historias únicas, unidas por la dedicación y el cariño de nuestra familia.
Los invitamos a conocernos y a ser parte de nuestra gran familia, porque para nosotros, "cada par que vendemos lleva consigo la dedicación y el cariño de nuestra familia".
