Huellas que nos acompañan siempre

Hay amores que no necesitan aplausos. Que están ahí, firmes, constantes, como el suelo bajo nuestros pies. Amores que nos enseñaron a caminar, a levantarnos, a reírnos de los errores, a vivir con corazón. Así son muchos padres.

En Hechizo, donde creemos que los caminos se hacen con amor y compromiso, quisimos mirar hacia adentro. Preguntamos a quienes forman esta familia qué les dejó su papá, qué momento guardan en el corazón, qué palabras se vuelven abrazo cuando lo recuerdan.

Lo que recibimos fue mucho más que respuestas. Fueron pedacitos de vida.


🌟 Constanza y su papá Gustavo

"Hay que ser pensante"

Constanza lleva grabada en la memoria una frase que su papá repetía como un mantra:
“Hay que ser pensante.”
Ese consejo la acompaña en cada paso. Pensar antes de actuar, elegir con conciencia, hacer las cosas con intención.

Y entre risas, cuenta cómo Gustavo rememora la mascota que tuvo con su mamá: una historia que siempre vuelve en las reuniones familiares.
Sólo mencionarlo, basta para que aparezcan las sonrisas de todos.

Sueña con acompañarlo en uno de sus viajes. Estar ahí, al lado, compartiendo aunque no diga mucho, simplemente porque sabe que eso a él le haría feliz.
“Aprendo mucho de él”, dice. Y en esa simple frase hay un amor silencioso y lleno de admiración.


🌟 Natalia y su papá Marcelo

Un pilar, un ejemplo, un abuelo que se volvió papá otra vez

"Hacé las cosas bien, aunque nadie esté mirando."
Marcelo le enseñó a Natalia una verdad que le marcó la vida. La integridad no necesita testigos. Hacer las cosas bien por uno mismo, no por los demás.
“Ese consejo me enseñó el valor de la constancia, la autoestima y el respeto propio.”

Su infancia está llena de recuerdos compartidos con él.
“Arreglábamos cosas juntos. Una bici, una muñeca... No importaba. Él me explicaba con paciencia, me daba una tarea. Confiaba en mí.”
Y esa confianza sembró en ella raíces profundas.

Hay una historia que todavía la hace reír:
“Nos llevó a subir el cerro y se olvidó cómo volver. Reímos, lloramos… ¡y nunca más volvimos a subir! Por las dudas se olvidara el camino de nuevo jaja.”

Hoy, su papá es mucho más: es también el sostén de sus hijos.
“Soy mamá soltera. Y él es la figura paterna de mis hijos. Gracias a él, salgo a trabajar tranquila porque se que mis pequeños están en buenas manos.”

Y al papá de sus hijos ¿Que palabras le dedicarías?
“Gracias por estar siempre. Por ser nuestro sostén.”


🌟 Florencia y su papá Alejandro

El mejor del mundo

Florencia lo dice sin vueltas:
“Gracias a él y su crianza soy la persona que soy.”
Su papá le enseñó a ir de frente, a ser sincera, a pelear por lo que uno quiere.

Recuerda como si fuera hoy el día que le dio la noticia de su embarazo.
“Fue un momento muy especial, único.”
Y también están esas pequeñas locuras que hoy son anécdotas familiares:
“Era mi despertador humano. Se levantaba media hora antes gritando que ya era tarde... sólo para que me asustara y me levantara. ¡Jajaja!”

Su sueño pendiente:
“Viajar con él. Conocer el mar. Compartir mates, playa y asado.”

Y en su corazón, una certeza:
“Mi papá es el mejor del mundo.”


🌟 Gisella y su papá Pascual

“Te amo con mi alma”

A Gisella, su papá Pascual le enseñó algo inmenso:
El amor al prójimo.
Esa forma de mirar al otro con ternura, de tender la mano sin esperar nada a cambio.

De chica, jugaban a las cosquillas.
“Mientras dormía la siesta, yo le hacía cosquillas con una pluma en el pie. Pero él ya estaba despierto… esperando asustarme.”
Un juego tierno que es, en el fondo, una forma de amar.

Organizaban juntos meriendas para los chicos del barrio. Con juegos, juguetes y sonrisas compartidas.
“Lo tengo todos los días. Y eso es un gran regalo para mí.”

Su mensaje es puro amor:
“Te amo con mi alma. Gracias por todo. Te amo, te amo, te amo. Mi amor por siempre 💖”

Al papá de sus hijos también lo recuerda con mucho cariño:
“Gracias por tu esfuerzo. Extrañamos tus llamadas.”


🌟 Silvina y su papá Pascual

El corazón más bueno

Silvina también es hija de Pascual, y lo dice con orgullo:
“Es el ser más bueno del planeta.”

Le enseñó a valorar la simpleza, a priorizar la felicidad.
Recuerda el hogar a leña, las meriendas en familia… y un episodio que quedó grabado para siempre:
“Una vez trajo caracoles para cocinar. Los puso en harina, ‘marinando’. A la madrugada, ¡se escaparon todos por las paredes y el techo! Jajajaja.”

Pero si hay algo que atesora es el asado de los sábados:
“Almuerzo en su casa. Siempre recibe a sus hijos con alegría.”

Y le dedica palabras llenas de verdad:
“Me enseñó honestidad, respeto, y me llena de orgullo poder enseñar eso a mis hijos. ¡Amo ser su hija!”

Sobre el papá de sus hijos, dice:
“Gracias por tu esfuerzo. Valoramos lo que hacés para que vivan cómodos y tranquilos.”
Y se emociona con un gesto mínimo:
“Cada noche, cuando vuelve del trabajo, les trae algo dulce antes de dormir.”


🌟 Magalí y su papá Alejandro

Que la vida se viva

"La vida es una, y está para vivirla."
Eso dice Alejandro, y Magalí lo repite como lema.
“Comer lo mejor, hacer lo que uno quiere, no renegar… ser feliz.”

Guarda en su memoria un día en familia, viendo las piedras “cabeza de elefante”.
“Estábamos todos. Eso lo hizo especial.”

Y nunca se olvida del 1º de mayo en que pelearon por la olla de locro…
“Mi papá se la llevó para él y salimos corriendo detrás. ¡Jajaja!”

Cada día con él es único:
“No hay un momento especial. Todos los días con mi papá son memorables.”

Y lo que siente por él no necesita muchas vueltas:
“Lo amo. Es mi ejemplo. Mi admiración. Quiero que sea eterno.”


🌟 Tobías y su papá Daniel

El que le enseñó a ser derecho

Para Tobías, su papá Daniel es quien le enseñó a luchar:
“Hay que trabajar por lo que uno quiere.”

Nunca va a olvidar su primera vez en la cancha de River:
“Me compró un choripán y un Fernet con Coca. Nos reímos con los hinchas. Fue increíble.”

También recuerda, entre risas, el día que su papá quiso hacer un asado…
“¡Se le prendió fuego la parrilla!”.

Su día ideal sería simple, pero perfecto:
“Ir a Carlos Paz, tomar mates, disfrutar del sol. Y después, ver un partido juntos.”

Y su mensaje, sincero y directo, dice todo:
“Papá, sos el mejor. Gracias por bancarme y enseñarme a ser un tipo derecho. Te quiero un montón.”


💙 Gracias por ser guía, ejemplo y refugio

Hoy, en Hechizo, celebramos a los papás que están, a los que se fueron, a los que están presentes en los recuerdos, los gestos y las enseñanzas. A los abuelos que crían, a los padres que sostienen, a los que hacen lugar al amor sin pedir nada a cambio.

Gracias por las huellas invisibles que dejaron en nosotros.
Gracias por ayudarnos a caminar.

Feliz Día del Padre. Siempre.